Aun cuando frecuentemente tendemos a pensar en Inteligencia Artificial cada vez que oímos el término "algoritmo", el hecho es que un algoritmo es algo mucho más común de lo que creemos. El diccionario de la Real Academia Española define el término "algoritmo" de la siguiente forma:
Algoritmo: Conjunto ordenado y finito de operaciones que permite hallar la solución de un problema
Un algoritmo es el método en el que nos basamos si, por ejemplo, tenemos que ordenar números de menor a mayor. Podemos decidir recorrer todos los números secuencialmente: comenzamos por el primero y lo extraemos pues es el menor (y único, por ahora) que hemos visto. A continuación, pasamos al siguiente y, si es menor que el que hemos extraído, los intercambiamos, y así sucesivamente de forma que al llegar al final hayamos extraído el menor de todos. Repetimos el mismo proceso extrayendo en cada iteración el menor número que no haya sido extraído todavía hasta que hayamos extraído todos los números en orden. Esto sería un algoritmo de ordenación de números.
Pero, para este mismo objetivo -ordenar números-, hay más algoritmos: en lugar de hacer lo anterior podríamos decidir recorrer todos los números secuencialmente comparando cada uno con el siguiente: si el siguiente es menor los intercambiamos, y hacemos esto una y otra vez hasta que no se produzcan cambios en la lista de números. Esto sería otro algoritmo de ordenación de números.
Tal vez uno de los algoritmos exija mucho más tiempo que el otro para terminar la ordenación, pero ambos serían algoritmos -y ninguno sería de tipo "Machine Learning"-.
