Por el contrario, las dimensiones son campos que van a permitirnos clasificar y segmentar nuestras medidas. Por ejemplo, el campo Country que contiene el país en el que se realiza cada venta nos permitirá calcular las ventas (que es una medida) en España, o en Portugal o en Francia. El campo que contiene el nombre del cliente que realiza la compra también es una dimensión que nos permitirá calcular, por ejemplo, el valor medio de las compras del cliente X, y las fechas también son dimensiones que nos permiten calcular las ventas por mes o por año, por poner un par de ejemplos.
Siguiendo con el ejemplo que poníamos hace un momento, si estamos clasificando a nuestros clientes según su estado civil y el campo que contiene esta información puede contener los valores 0,1, 2 o 3 (valores con los que estamos codificando las etiquetas "Casado", "Soltero", "Divorciado" y "Viudo"), este campo también es una dimensión pues podremos calcular, por ejemplo, el valor medio de compras de los clientes "de estado civil 2".
Las dimensiones son también denominadas campos categóricos, pues nos permiten categorizar nuestros datos, y su uso en una gráfica va a afectar al nivel de detalle con el que se mostrarán los datos.
Es decir, aunque las medidas son siempre numéricas, no todos los campos numéricos son medidas, lo que supone un primer problema: Tableau no sabe si un campo que contiene ceros y unos -por ejemplo- representa una medida o una dimensión, de forma que opta por una única opción por defecto: si contiene valores numéricos lo considera una medida.
Por defecto, Tableau crea en el panel de datos dos áreas: una en la que agrupa las dimensiones y otra en la que agrupa las medidas. Cada una de estas áreas las divide, a su vez, según las tablas de las que proceden los campos, tablas que se muestran en cada área ordenadas alfabéticamente:
Vemos en la imagen anterior, por ejemplo, que la tabla Customers contiene campos que han ido a parar al área de dimensiones...
...y campos que han ido a parar al área de medidas: