Y el último gran tipo de variable que nos queda por revisar es el diccionario. Éste es una agrupación de elementos ordenados ("valores") a los que se da un nombre ("claves"). Por ejemplo, si quisiéramos incluir en una variable el número de días de cada mes del año 2019, podríamos usar una lista (hagámoslo solo para los tres primeros meses del año):
...pero esto no permite saber con facilidad a qué mes se corresponde cada una de las cifras. Podríamos calcular, es cierto, que marzo es el tercer mes del año y que su índice en la anterior lista es 2, por lo tanto. Pero no dejaría de ser un tanto incómodo tener que acceder a los datos de esta manera. Un diccionario, tal y como se ha comentado, nos permite dar nombres a los datos de la siguiente forma:
Como vemos, se utilizan llaves para construir el diccionario, llaves entre las que se sitúan las parejas clave-valor separadas por comas.
Con el objetivo de poder extraer todos los valores, las claves que usemos en los diccionarios deberán ser únicas.
Para extraer el valor correspondiente a una clave utilizamos el nombre del diccionario y, entre corchetes, la clave:
Ten en cuenta que si la clave indicada no existe, se devuelve un error.
Podemos crear un diccionario vacío de dos formas: con la función dict, sin incluir ningún argumento, o con la notación vista de llaves sin incluir ningún dato: