Como primera aproximación, si nos imaginamos que estamos creando una matriz, deberemos llevar al estante de columnas aquel campo (o aquellos campos) que queramos que generen las cabeceras de las columnas. Y lo mismo con el estante de filas: deberemos llevar a este estante los campos que queramos que generen las cabeceras de las filas. Veremos más adelante cómo se plasman estas diferencias en los gráficos. Por ahora revisemos algunos procedimientos previos que, por sencillos que sean, conviene aclarar o repasar.