El concepto de Big Data (traducido en ocasiones como Datos Masivos) se refiere a conjuntos de datos que son demasiado grandes y complejos para ser procesados y analizados por medios tradicionales. Estos conjuntos de datos pueden provenir de una variedad de fuentes, como transacciones de comercio electrónico, registros de redes sociales, o incluso datos de sensores de Internet de las cosas.
Para poder trabajar con Big Data se necesitan tecnologías especializadas. Una de estas tecnologías es el procesamiento en paralelo, que permite dividir grandes conjuntos de datos en piezas más pequeñas que pueden ser procesadas simultáneamente en diferentes máquinas. Otra tecnología importante es el almacenamiento distribuido, que permite almacenar grandes cantidades de datos en diferentes máquinas y acceder a ellos de manera rápida y eficiente.
Hay una amplia gama de aplicaciones prácticas para el Big Data. En el ámbito empresarial, los conjuntos de datos masivos se pueden utilizar para mejorar la eficiencia y la productividad, así como para tomar decisiones más informadas. En el ámbito de la salud, los datos masivos pueden ser utilizados para mejorar la atención médica y desarrollar nuevos tratamientos. En el ámbito gubernamental, los datos masivos pueden ser utilizados para mejorar la eficiencia y la transparencia del gobierno, así como para tomar decisiones más informadas sobre políticas públicas. En el ámbito de la ciencia, los datos masivos pueden ser utilizados para descubrir patrones y tendencias en grandes conjuntos de datos científicos.